Buenos días a todos los amigos y seguidores de
Remei Teatre Baladre, lo primero que hago al levantarme es poner las noticias, supongo que como todos, y es desmoralizador, descorazonador, nada funciona, las normas que nos imponen no son efectivas, porqué mejoramos con mucho esfuerzo, y al poco de bajar, vuelve a subir, o sea nada.
Y ellos erre, que erre con las mismas normas una y otra vez. Las normas que nos imponen por supuestamente para nuestro bien, pero al poco las cambian, y cuando les interesa, las infringen ellos los primeros.
Donde se ha visto que puedan ir a votar los contagiados. No se les supone aislados, apartados del resto familiar para evitar la propagación. Y en esos momentos, los políticos, por un voto, obligan a las mesas a recibir a los contagiados, y al resto de los ciudadanos a convivir, por un puñado de votos. Donde estaba el representante de la sanidad en el gobierno?? A, lo olvidaba, en Cataluña, presentándose para mandar más. Y el sustituto, porqué no dijo nada de esa barbarie, ahí no importaba que la sanidad se colapse. Eso no tiene razonamiento común.
Ahora no se ponen de acuerdo en las restricciones para San José, y Pascua. Los españoles no se pueden mover de su provincia, pero el turismo extranjero si puede venir??. Y ellos se entenderán, pero los ciudadanos de apie, nos cansamos de obedecer para nada, y les extraña que cada día los jóvenes monten sus fiestas. Pobre policía, que tiene que enfrentarse, porque es su obligación y trabajo, a esos jóvenes cansados de desatinos, a los festeros, y para que?? Para nada, porque no creo que tengan el apoyo necesario para que sea efectiva su infracción, su sanción.
Y es que esto parece un yo yo, sube y baja, pero no mejora. Lo único en lo que los ciudadanos en estos momentos tenemos nuestros ojos puestos, son en las vacunas, y esas son insuficientes, y nos entretienen con cuentos, brillan por su ausencia, todo va al ralentí, no llegan las suficientes, todo congelado, nada parece ser suficiente para superar este momento que ya dura más de un año, que nos ha cambiado la vida, las relaciones con la familia, del día a día de nuestra convivencia. Es desesperante. No podemos desarrollar nuestros trabajos, un sinfín de negocios consolidados que dan trabajo a millones de personas, y alegran la economía, y hace mover el dinero, hundidos en la ruina, cerrados, quebrados, sin esperanzas de sobrevivir. Las actividades lúdicas y culturales, como el teatro, sin visión de reanudar los ensayos, las actuaciones, sin público, la creación congelada, a la espera de un milagro que no llega . Que pena, y que frustrante resultan los días. Bueno, vamos a continuar sacando paciencia del saco, pero ya esta medio vacío. Aguantaremos, pero necesitamos que los cabezas pensantes, piensen más en nosotros, y menos en sus señorías.
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